Durante los meses de mayo y agosto de 2020, en la catedral de Cádiz, en Ars Nova Restauraciones SL, realizamos los trabajos de restauración de la capilla del Sagrado Corazón de Jesús. Estos trabajos fueron promovidos por el cabildo de la catedral y ejecutados para la empresa Canteros Almenara S.L. bajo la dirección de los arquitectos Venancio González y Francisco Ladrón de Guevara de los estudios de arquitectura La Consulta Arquitectos y Arquitectura de Guardia.
Algunas de las alteraciones que se observaban en esta capilla, estaban asociadas al incendio histórico que aconteció en esta capilla del Sagrado Corazón en el día 6 de enero de 1832. Por aquel entonces, las obras de la catedral no habían aún finalizado y estaban, desde 1796, suspendidas, aunque muy avanzadas. Por ello, había aún tramos de bóvedas sin cubrir, de modo que el edificio quedaba muy afectado a las inclemencias meteorológicas. Aunque así era, algunos espacios de la catedral estaban siendo utilizados con funciones ajenas al uso religioso, como esta capilla del Sagrado Corazón, convertida en un almacén de madera. Con este combustible, el incendio que se ocasionó en esta capilla, la noche de reyes del 5 de enero de 1832, debió ser muy virulento una vez observados los daños ocasionados en su arquitectura y en su entorno más inmediato.
Este incendio fue el que impulsó al obispo Silos Moreno a retomar los trabajos de la catedral con la decisión de, en pocos años, finalizarlos y bendecirla, lo que haría de la mano del arquitecto Juan Daura, consagrándose la Catedral Nueva en 1838, sólo seis años después del citado incendio.
El incendio provocó desperfectos en los elementos de piedra de la capilla, la cual ya estaba construida y cubierta por bóveda. Por ello, cuando Juan Daura inicia esta última fase constructiva de la catedral, lo que en esta capilla se realizaron fueron labores de reconstrucción, subsanando los desperfectos ocasionados por dicho incendio. Estos trabajos reconstructivos muestran la singularidad de no haber sido realizados en cantería, sino que se observan importantes trabajos mediante modelado, moldes y vaciados con un mortero novedoso en la época que la documentación contemporánea describía como «cemento romano» (líneas de cornisas, acantos decorativos, volutas, fustes acanalados, hornacinas adoseladas, etc…). Este mortero, analizado y caracterizado durante los trabajos de restauración, fue identificado como un mortero hidráulico. De hecho, algunos de los desperfectos que se observaban al iniciarse los trabajos de restauración que realizamos, eran desperfectos precisamente de aquellos trabajos de reconstrucción, por ello entendemos que los trabajos de restauración que hemos realizado son, en realidad, la restauración de una “restauración histórica”.
El monumento en bronce, que da nombre a la capilla y se dispone sobre el altar, es una obra de Mariano Benlliure de 1935, cuyo diseño original era un proyecto de monumento urbano para Cádiz. Sin embargo, dicho destino, una vez finalizado los trabajos, no pareció adecuado dada las convulsiones políticas y sociales de la época, por lo que se determinó su ubicación en la capilla de San Firmo de la Catedral Nueva de Cádiz, la cual pasó a ser denominada como del Sagrado Corazón desde entonces. El proyecto original era la figura del Sagrado Corazón sobre un pedestal del Mundo soportado por tres angelotes. Benlliure lo tuvo que adaptar para su nuevo uso en la capilla con las siluetas en relieve de las dos mujeres orantes que lo flanquean y la gran cruz que le sirve de telón de fondo al conjunto. El autor determinó su acabado mediante la aplicación de una pintura metalizada que le confiere un pátina sobredorada al conjunto, y de la cual se conservan aún numerosos restos.