Realización de la Ficha catalográfica del cuadro La Consagración de la Catedral Nueva de Cádiz, para el catálogo de la exposición Traslatio Sedis realizada en la catedral de Cádiz durante los meses de junio y diciembre de 2018. Se trata de un cuadro de autor anónimo de 1867 al óleo sobre lienzo (ArtisEsplendore Editorial. Cádiz, 2018. pp. 302-303).
El texto del artículo es el que sigue:
El día 5 de enero de 1867, la Excelentísima Corporación Municipal de Cádiz convoca a través de la Ilustre Academia de Bellas Artes, un concurso pictórico el cual tendría como asunto la Consagración de la Santa Iglesia Catedral de Cádiz, realizada un 28 de noviembre de 1838 por el Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo Don Fray Domingo de Silos Moreno[1]. El cuadro debía ser en su alto y ancho no menor de dos metros, así como su autor no podría ser miembro académico de la institución gaditana. La obra tendría que ser entregada como máximo el día 10 de agosto del mismo año de 1867, aunque posteriormente, en el mes de marzo y sin darse a conocer razón alguna, se amplió dicho plazo hasta el día 4 de septiembre[2]. El cuadro debía presentarse sin firmar, pero sí necesariamente con un lema asociado a la obra (se decía que “al reverso del lienzo colocarán un papel, con el lema que tengan por conveniente”). La entrega se haría junto con un sobre, en el cual se reproduciría el mismo lema escrito tras el lienzo, y dicho sobre contendría en su interior los datos del autor. Las obras presentadas serían expuestas durante veinte días y la Junta General de la Academia de Cádiz los votaría concediendo un primer premio de 30.000 reales de vellón y un accésit de 5.000, que sufragaría la Corporación Municipal.
Actualmente, ambos cuadros premiados forman conjunto en el trascoro de la catedral, no conociéndose ni cuál recibió el primer premio, ni cuáles fueron sus autores. En ellos se observan conceptos artísticos diferenciados, pues de los dos cuadros, el de mayor formato concede más importancia pictórica a las inmensas arcadas de la arquitectura que al asunto de la consagración en sí. En este cuadro, la presencia del obispo Silos Moreno queda menguada al fondo de la escena, empequeñecido bajo la grandiosidad arquitectónica de las naves de la catedral, cediendo protagonismo hasta un muy segundo plano, al fondo de la escena, tras una comitiva de acólitos, monaguillos, autoridades y público.
Sin embargo, el cuadro que nos ocupa recoge explícitamente dicho momento, pues representa justo el ritual de la consagración, siendo la propia catedral, sólo un fondo para una liturgia que en primer plano, sí destaca en la composición. Ambas obras escogen el mismo momento del ritual: sobre un lecho de cenizas dispuesto en la capilla mayor, el obispo Silos Moreno con su báculo, escribe el alfabeto latino. El ritual es largo y complejo y se recoge en el Pontifical Romano, donde se describe cómo la bendición y la dedicación, o consagración, convierte en sagrado el espacio profano. El obispo tras bendecir con el agua el exterior del templo, entra solemnemente, golpeando con su báculo la puerta. Avanza hasta el altar mayor donde despliega, sobre el citado lecho de cenizas, el alfabeto que escribe con su báculo. Luego prepara el “agua gregoriana”, una mezcla de sal y cenizas con agua y vino bendecidos que extiende con el hisopo por las naves del templo. Las reliquias son trasladadas y consagrado el altar con el Santo Crisma, con el cual se ungen doce cruces en las paredes del templo, las cuales son iluminadas con velas como guías, testigos de luz: las doce tribus de Israel o los doce apóstoles de Jesús. Estas cruces y sus respectivos candelabros se conservan aún en las paredes de la Catedral Nueva de Cádiz, precisamente, algunas de ellas, a los propios pies de estos cuadros que representan la consagración del nuevo templo catedralicio.
[1] “Revista de Bellas Artes” nº16. 20 de enero de 1867. Madrid. Pp. 124-125.
[2] “Revista de Bellas Artes” nº28. 14 de abril de 1867. P. 221.
Acerca del cuadro que restauramos en 2014, puedes consultar en este sitio de nuestra página web: